El surgimiento de
nuevas tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas
destrezas y habilidades para no quedarse desempleados. La tecnología a menudo
es vista como una amenaza al empleo, pero también es una fuente de
oportunidades laborales.
La tecnología
puede desplazar a trabajadores de su puesto de trabajo, pero también puede
crear nuevos puestos de trabajo y potencialmente incrementar la productividad y
el bienestar social.
Las personas que
se adaptan mejor al cambio tendrán más oportunidades laborales en el futuro.
Por ejemplo, las personas que hayan sido capaces de realizar un curso sobre
programación podrán encontrar trabajo en una industria cada vez más
digitalizada en lugar de estar desempleadas
Los avances
tecnológicos están cambiando la forma en que nos relacionamos con el mundo. Los
trabajadores deben adaptarse a estas transformaciones, porque los nuevos
empleos se irán creando en sectores que aún no existen.
El surgimiento de
nuevas tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas
destrezas y habilidades para no quedarse desempleados.
Las nuevas
tecnologías están transformando nuestra economía y nuestras vidas, creando
nuevos empleos e impactando sobre el desempeño de los ya existentes. La
digitalización de la economía tiene un impacto importante en el empleo: aumenta
la productividad y reduce los costes de producción; impulsa el crecimiento
económico; genera puestos de trabajo en sectores clave como la biotecnología o
los
La expansión de las nuevas tecnologías
La expansión de
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y los avances
tecnológicos en general, han contribuido a que la productividad aumente
considerablemente en los últimos decenios. El impacto en el mercado laboral ha
sido particularmente significativo, ya que ha impulsado una transformación del
sector de servicios y una mejora en la productividad industrial.
La mayor parte de
los trabajadores, especialmente aquellos con baja cualificación, se han visto
obligados a adaptarse al mundo laboral actual. En este contexto, los
profesionales han tenido que crear nuevas competencias para poder continuar trabajando.
Los expertos afirman que este proceso seguirá su curso hasta el 2050, cuando el
80% de los empleos existentes serán desempeñados por robots o por otros tipos
de inteligencia artificial.
El surgimiento de
nuevas tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas
destrezas y habilidades para no quedarse desempleados.
En este contexto,
una organización como el Centro de Estudios del Trabajo (CET, por sus siglas en
inglés) se propone contribuir a la formación de los trabajadores mexicanos,
especialmente aquellos que laboran en sectores industriales tradicionales como
la metalmecánica y la automotriz.
El CET cuenta con
programas especializados para el sector industrial y empresas como Volkswagen,
Ford, General Motors y Nissan Mexicana entre otras han participado en ellos.
El CET tiene un
convenio de colaboración con la Universidad de California San Diego (UCSD), que
permite a los profesores del CET impartir cursos a través del Internet e
interactuar con estudiantes de esa universidad;
Retos para el futuro
El surgimiento de
nuevas tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas
destrezas y habilidades para no quedarse desempleados.
El futuro de la
educación es un tema que preocupa a los padres de familia, a las instituciones
educativas y al gobierno. En un país con altos índices de desempleo, donde el
43% de los estudiantes se gradúan del colegio sin terminar sus estudios
primarios, y el 55% no completa su bachillerato, el futuro no es tan alentador.
Las nuevas
tecnologías han transformado nuestras vidas: nos permiten comunicarnos, leer
libros en línea, realizar compras, organizarnos y hasta buscar empleo. Pero
además de ser una herramienta indispensable para el desarrollo personal y
profesional, las tecnologías tienen un impacto directo en todo lo que hacemos.
La tecnología ha
cambiado nuestras vidas y las cosas no van a parar mientras avance la
revolución digital. La inteligencia artificial, la robótica y la ciberseguridad
son algunos de los campos en los que se están desarrollando más innovaciones,
pero hay otros que también son fundamentales para una sociedad moderna como la
electricidad, el agua o el transporte.
Las nuevas
tecnologías abrieron muchas puertas al empleo entre los trabajadores y
empresarios, pero también generaron nuevos retos: ¿Cómo se adaptan las empresas
para contratar a personas con destrezas que no tenían antes de la revolución
digital? ¿Cómo son las competencias más demandadas por el mercado laboral?
La respuesta es
clara: competencias transversales e interdisciplinares. Porque el mundo del
trabajo está cambiando. El surgimiento de
nuevas tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas
destrezas y habilidades para no quedarse desempleados.
Las nuevas
tecnologías están cambiando el mundo con una rapidez nunca antes vista. Desde
la aparición de la imprenta hasta el surgimiento de Internet, han cambiado la
forma en que nos relacionamos con los demás y hemos transformado las maneras en
las que llevamos a cabo nuestras actividades diarias.
Los expertos
estiman que pronto se necesitarán 6 mil millones de personas que trabajen en el
sector de internet y computación [1]. Para poder cubrir esta demanda se
requieren personas con habilidades y destrezas especializadas, lo cual
representará un gran reto para los gobiernos y las empresas [2].
Los nuevos
empleos y la economía digital
La era digital se
presenta como una oportunidad para que las personas sean más productivas, pero
también como una amenaza para los trabajadores. El surgimiento de nuevas
tecnologías plantea retos para que los trabajadores adquieran nuevas destrezas
y habilidades para no quedarse desempleados.
En el pasado, los
avances tecnológicos han generado muchos empleos, ya que se han creado puestos
de trabajo en sectores como la industria automotriz, por ejemplo. Sin embargo,
esta vez la tendencia es distinta: con el uso creciente de robots y
inteligencia artificial (IA), las personas que antes realizaban tareas
repetitivas son reemplazadas por máquinas.
La automatización
de procesos productivos y servicios es una tendencia que va en ascenso y que definitivamente redefinirán las relaciones laborales de una manera determinante.
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